Cien días después de la fallida propuesta de alto el fuego presentada por Donald Trump a Rusia y Ucrania, la situación en el país invadido sigue siendo crítica. La promesa de paz, que incluía una tregua temporal, se ha estancado ante la negativa del Kremlin y su creciente interés en Oriente Próximo. A pesar de la aceptación incondicional de Ucrania a la oferta estadounidense, el ministro de Exteriores, Andri Sibiga, destacó que Moscú desestimó la autoridad de Kiev para negociar y condicionó cualquier acuerdo a la finalización de la movilización en Ucrania y el cese del suministro de armas.
Durante este tiempo, los ataques rusos han continuado, resultando en la muerte de más de 550 civiles en los últimos días, según Sibiga. Aunque se ha logrado un intercambio humanitario de prisioneros, las negociaciones han estado marcadas por desconfianza y enfrentamientos. Mientras tanto, Trump ha comenzado a desvincularse del conflicto, centrándose en otros intereses en Oriente Próximo, lo que ha generado inquietud en Ucrania respecto a un posible abandono de su aliado. Vladimir Putin, por su parte, sigue cuestionando la legitimidad de Zelenski y ha expresado su disposición a dialogar, pero solo bajo términos que favorezcan a Moscú.
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