En un emocionante reencuentro tras una semana de inactividad, el Almagro FSF dejó claro su potencial para enfrentar retos complejos, logrando una victoria contundente frente al UDAF Albacete en un partido que se presagiaba difícil desde el inicio. A pesar de que las visitantes comenzaron en desventaja tras un gol en contra, rápidamente demostraron su calidad al igualar el marcador y posteriormente superar al equipo local con una serie de goles que sellaron su dominio en el encuentro.
El inicio del partido vio al UDAF Albacete mostrar una prometedora energía, con un buen arranque que les permitió tomar la delantera. Sin embargo, a lo largo del primer tiempo, las albaceteñas no lograron sostener la ventaja frente a un Almagro FSF decidido a revertir la situación. La clave del cambio se hizo evidente en la segunda mitad, donde el equipo visitante aprovechó el desgaste físico acumulado por su rival, desplegando un juego más controlado y estratégico.
Este cambio en la dinámica del partido permitió que el Almagro FSF dominara el terreno de juego, restringiendo al UDAF Albacete a pocas oportunidades de recuperar terreno. Combinando habilidad técnica con un enfoque incisivo en los errores del contrincante, el Almagro no solo igualó, sino que amplió su ventaja, dificultando gravemente cualquier intento de remontar por parte del equipo local.
La victoria en el pabellón Lepanto no solo resalta la fortaleza del Almagro FSF como un equipo competitivo, sino que también pone de relieve la relevancia de la preparación física y táctica en esta liga. Con esta victoria, el conjunto visitante se encuentra ahora con la vista fija en su próximo desafío, un crucial enfrentamiento ante el líder de la liga que promete ser decisivo para determinar el futuro del Grupo III de la Segunda División.
Por su parte, el UDAF Albacete, a pesar de su esfuerzo titánico por cambiar el rumbo del partido, se encontró con un adversario excepcionalmente sólido, cuya determinación y habilidad fueron demasiado para reponerse al temprano golpe. La lucha constante de las albaceteñas, reflejada en su empeño por no rendirse hasta el último minuto, fue un recordatorio de que en el deporte, incluso en la adversidad, el espíritu de pelea nunca debe subestimarse.
