Cada vez más, los inversores están mirando más allá de la búsqueda del máximo beneficio, priorizando en su lugar el bienestar del planeta. Según el economista Andrés Garay, la sostenibilidad se ha convertido en una auténtica oportunidad de negocio, que no solo representa una tendencia, sino que también ofrece rendimientos superiores a los modelos de inversión tradicionales. Las empresas que adoptan prácticas responsables están demostrando ser más rentables, con incrementos en sus beneficios que superan en un 20% a aquellas que no lo hacen. Los fondos verdes, las energías renovables y los bonos destinados a financiar proyectos medioambientales resultan ser opciones de inversión atrayentes, evidenciando que el mercado está en plena expansión en el ámbito de la sostenibilidad.
El interés por inversiones que fomentan la eficiencia y el ecologismo no solo se refleja en la rentabilidad de las empresas, sino también en infraestructuras verdes y prácticas sostenibles en el sector agrícola. Los edificios que cumplen con estándares ecológicos como la certificación LEED pueden generar un 10% más en ingresos por alquiler, mientras que la agricultura regenerativa proporciona rendimientos anuales de entre el 8% y el 12% superior a las prácticas convencionales. Este nuevo enfoque de inversión se presenta como un camino hacia un futuro más responsable y provechoso, alineado con una mayor conciencia social que valora la eficacia y el impacto positivo en el medio ambiente.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.