El presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha calificado de «barbaridad» el impuesto a la banca y su distribución acordada entre el Gobierno central y Junts. En un evento del V Foro Económico Wake UP Spain, el líder regional criticó el reparto del impuesto, argumentando que este mecanismo, impuesto por Carles Puigdemont, favorece a las comunidades más ricas en lugar de cumplir con la función redistributiva que deben tener los impuestos. García-Page subrayó que actualmente Puigdemont tiene un papel preponderante en las decisiones políticas de España, lo que considera inaceptable.
Además, García-Page se refirió a la problemática de la gestión de menores extranjeros no acompañados, señalando que el Gobierno central no ha negociado adecuadamente con las autonomías, que son las encargadas de asumir el esfuerzo de esta gestión. Aunque Castilla-La Mancha estaba de acuerdo con el acuerdo inicial sobre el reparto de jóvenes desde Canarias y Ceuta, las nuevas condiciones impuestas por los independentistas han cambiado el panorama. El presidente regional, que ironizó sobre las declaraciones previas de Pedro Sánchez sobre los separatistas, defendió la necesidad de compartir responsabilidades pero bajo términos justos y equitativos. También aprovechó su intervención para resaltar el compromiso de su gobierno con la innovación tecnológica y la energía renovable.
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