En el corazón de Madrid, Casa Botín se erige como el restaurante más antiguo del mundo, un emblema de la gastronomía que celebra su 300º aniversario con una historia ininterrumpida desde 1725. Este establecimiento ha resistido las adversidades de guerras y crisis, y ha acogido a figuras literarias y del entretenimiento de renombre internacional. Con la misma dedicación que sus fundadores, los actuales propietarios José y Antonio González mantienen viva la tradición de su mítico horno de leña, que no se ha apagado ni siquiera en tiempos de pandemia. Para conmemorar esta importante fecha, el restaurante planea ofrecer un menú especial, un libro de firmas y diplomas a todos los comensales que celebren en sus mesas.
Desde que la familia González tomó las riendas en 1920, Casa Botín ha evolucionado de ser un modesto negocio a un punto de referencia gastronómico. Este legado gastronómico no solo se basa en su famoso cochinillo asado, preparado según una receta familiar, sino también en su compromiso por atraer a nuevas generaciones. Con el objetivo de rejuvenecer su clientela, el restaurante está implementando nuevas estrategias de marketing, incluyendo una imagen renovada y promociones en redes sociales. La cuarta generación de la familia, representada por Eduardo López, se enfrenta al reto de modernizar la tradición sin sacrificar la calidad que ha caracterizado a Casa Botín durante tres siglos.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.
