La consejera portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, anunció el inicio de la tramitación de la Ley de Simplificación Administrativa, que busca modernizar la administración regional y reducir la burocracia. Esta ley, considerada una «revolución» por Padilla, tiene como objetivo hacer los procesos más sencillos y ágiles para los ciudadanos. La legisladora subrayó que se eliminarán trámites innecesarios y se impulsará el uso de herramientas digitales e inteligencia artificial, lo que facilitará la relación entre la administración y la ciudadanía, además de beneficiar a la economía local.
La nueva norma también introduce la figura de las Entidades Colaboradoras (ECAs) para agilizar ciertos procedimientos. Estas entidades podrán realizar comprobaciones y emitir informes, aunque no ejercerán potestades públicas. Padilla destacó que las ECAs estarán reguladas para garantizar el cumplimiento de requisitos legales y su respectiva acreditación. Además, la ley establece medidas de simplificación como el silencio administrativo positivo, permitiendo que las solicitudes se aprueben por defecto si la administración no responde en un plazo establecido. Esta transformación digital está orientada a colocar al ciudadano en el centro de las políticas públicas, ofreciendo un servicio proactivo y personalizado a través de la plataforma ‘Espacio Ciudadano’.
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