El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha reafirmado su compromiso con el establecimiento de una «agenda positiva» en la política exterior de España hacia China durante su reciente visita al país asiático. Tras reunirse con el presidente chino, Xi Jinping, Sánchez subrayó la importancia de una interlocución elevada basada en el respeto mutuo y la confianza, enfatizando que la política exterior de España «no va contra nadie», sino a favor del entendimiento y el libre comercio. Aunque enfrentó críticas por su acercamiento a China en medio de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y Pekín, Sánchez defendió la necesidad de un diálogo constructivo que no permita que las disputas arancelarias afecten el potencial de crecimiento en las relaciones hispano-chinas y entre la Unión Europea y China.
Sánchez también abordó las preocupaciones sobre posibles divisiones dentro de la Unión Europea en relación con la preferencia por Estados Unidos o China, reafirmando que España y Europa comparten valores e intereses comunes. Con respecto a la pausa de 90 días en los aranceles anunciada por el presidente estadounidense, Donald Trump, el líder español expresó su esperanza de que esta apertura propicie una negociación «intensa» y constructiva, mientras aseguró que su política exterior está alineada con la Comisión Europea en la búsqueda de una relación más equilibrada entre la UE y China. Mirando hacia el futuro, se espera que la cumbre UE-China de julio de 2025, que conmemorará 50 años de relaciones diplomáticas, sea una oportunidad clave para avanzar en este enfoque colaborativo y abordar desafíos globales compartidos.
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