Fernando Martos, un médico del Centro de Salud de Pedro Muñoz, relata la agresión sufrida por un paciente el pasado 8 de abril mientras atendía su consulta. Tras un desacuerdo sobre la atención recibida, el paciente perdió el control, vociferando en el hall lleno de otros pacientes y finalmente agrediendo físicamente a Martos, quien logró defenderse aunque resultó con un mechón de cabello arrancado. La situación escaló cuando una auxiliar administrativa que intentó intervenir también fue golpeada. A pesar de este violento episodio, Martos asegura que continúa realizando su trabajo con normalidad, aunque admite que en su día a día enfrenta amenazas y situaciones de miedo, lo que resalta la necesidad de medidas de protección más efectivas para los profesionales de la salud.
El incremento de agresiones a médicos es alarmante, según un informe de la Organización Médica Colegial, que documentó más de 800 incidentes en 2024, un aumento del 81% respecto a años anteriores. La situación llevó a Martos a clamar por la presencia de seguridad en los centros de salud, indicando que esto podría disuadir a posibles agresores. La agresión recibida por él y la auxiliar ha sido condenada por organizaciones como el CSIF y el Colegio Oficial de Médicos, quienes advierten que estos episodios dejan profundas heridas en los profesionales. Ana Isabel Fernández, de CSIF, insiste en la responsabilidad del Sescam para garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores sanitarios.
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