El Banco Central Europeo (BCE) ha tomado la decisión de reducir los tipos de interés en 25 puntos básicos, llevando la tasa de facilidad de depósito al 2,25% y la de operaciones principales de refinanciación al 2,40%. Esta medida busca responder a las actuales dinámicas de inflación y a la percepción de la estabilidad económica en la zona euro. Según el BCE, el proceso de desinflación avanza conforme a las expectativas, reflejando una moderación en el crecimiento salarial y su impacto en la inflación general y subyacente, que se situó en un 2,2% en marzo. A pesar de estas cifras, el organismo advierte sobre la influencia negativa de las tensiones comerciales sobre las previsiones económicas, lo que podría endurecer las condiciones de financiación.
En cuanto a la economía de la eurozona, la tasa de desempleo se ha reducido al 6,1%, su nivel más bajo desde que se tiene registro. Sin embargo, el crecimiento del PIB se ha desacelerado, alcanzando solo un 0,2% en el cuarto trimestre de 2024. El BCE se está mostrando cauteloso ante un entorno global incierto; su Consejo de Gobierno está decidido a garantizar que la inflación se estabilice en el 2% a medio plazo, y ha dejado claro su compromiso de evaluar las condiciones económicas reunión a reunión, mientras que las medidas no convencionales de política monetaria seguirán ajustándose de manera predecible.
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