La emoción se desbordó en el Pabellón de El Parque durante la última jornada de la Liga Regular de la Segunda FEB, donde el Bueno Arenas Albacete Basket logró una victoria crucial ante el Clavijo de La Rioja. Este triunfo, conseguido tras una remontada épica, no solo salvó la temporada del equipo dirigido por David Varela, sino que también aseguró su continuidad en la categoría, brindando un cierre positivo a un año repleto de altibajos.
A lo largo de la competición, Albacete Basket ha experimentado un viaje montañés, oscilando entre victorias que parecían inalcanzables y aquellas que se forjaron a través de una resistencia admirable. Con un balance de 12 victorias y 14 derrotas, el equipo concluye la liga en novena posición, quedando a un solo paso de los playoffs. Esta cercanía al éxito pone de manifiesto la dureza de la competición, donde cada encuentro se convierte en una verdadera batalla por la gloria y la permanencia.
El respaldo de la afición ha sido un pilar fundamental en este camino. Los seguidores que llenaron las gradas de El Parque han estado al lado del equipo en los momentos más críticos, ofreciendo un aliento incondicional que, sin duda, ha tenido un impacto positivo en el rendimiento de los jugadores. Tras el encuentro, David Varela expresó su alivio y satisfacción por la victoria, enfatizando la importancia de «dejar las cosas en su sitio» y cerrar el año de manera efectiva.
Ahora, con el descenso asegurado, el enfoque del Bueno Arenas Albacete Basket se dirige hacia la planificación de la próxima temporada. Con la tranquilidad de haber cumplido su objetivo de permanencia, el equipo comenzará a diseñar su hoja de ruta para la campaña 2025-26, un periodo que promete desafíos y oportunidades.
La capacidad de adaptación y la lucha constante del equipo a lo largo de este año ponen de manifiesto un carácter que podría resultar fundamental en los obstáculos que se avecinan. El futuro del baloncesto en Castilla-La Mancha se presenta esperanzador, con Albacete Basket afirmándose como un referente en la Segunda FEB. La afición, por su parte, continuará apoyando al equipo en cada paso de esta nueva aventura, confiando en que la perseverancia que han demostrado dará sus frutos en un futuro cercano.
En resumen, la victoria en esta última jornada no solo representa un triunfo deportivo, sino que también simboliza la resiliencia y el compromiso de un equipo que, ante los desafíos, ha sabido mantenerse firme y luchar por su lugar en el baloncesto regional.