El fallecimiento del Papa Francisco, a los 88 años, ha causado una profunda conmoción en todo el mundo, especialmente en Roma. La noticia fue anunciada por el cardenal Kevin Farrel a las 7:35 de la mañana del 21 de abril desde la Casa Santa Marta del Vaticano, y la Plaza de San Pedro se llenó de turistas y fieles que buscaban rendir homenaje al Pontífice. Muchos de ellos, entre lágrimas, se agolpaban en este icónico lugar, mezclando un ambiente de tristeza con el de celebración por su legado. Especial mención tuvo el día, que coincidía con el Lunes de Pascua, una festividad importante tanto en Roma como en muchas partes de España, donde los cristianos se agruparon para reflexionar sobre la vida y enseñanzas de Francisco.
Uno de los testigos de esta jornada histórica fue Eduardo Marcos Martínez, un albaceteño que ha residido en Roma durante los últimos tres años. Al acercarse a la Plaza, describió un ambiente cargado de solemnidad y dolor, con fieles y turistas compartiendo momentos de tristeza y gratitud. Eduardo, quien es doctorando en Derecho Administrativo y trabaja en una universidad cercana al Vaticano, también se mostró conmovido por el impacto que la muerte del Papa tiene en su entorno laboral y personal, dado que muchos de sus compañeros son cercanos a la institución. La jornada, marcada por campanadas en el Vaticano, se convierte en un hito significativo en la historia de la Iglesia Católica, cerrando un papado de 12 años que comenzó con su elección el 13 de marzo de 2013.
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