El Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha ha condenado al Servicio de Salud regional (Sescam) a indemnizar con 200.000 euros a los padres de una bebé prematura que falleció por bronquiolitis en Almansa. La sentencia, que ya es firme al no haberse presentado recurso, argumenta que un diagnóstico más temprano de la enfermedad podría haber evitado su deceso. Los jueces señalan que las decisiones tomadas durante las tres atenciones médicas que recibió la niña no fueron suficientes, sugiriendo que se debieron realizar exploraciones complementarias como una analítica o una radiografía de tórax, a pesar de que el diagnóstico inicial no era claro.
La bebé, que nació prematuramente y fue diagnosticada con problemas respiratorios, tuvo una serie de visitas médicas antes de ser diagnosticada finalmente con bronquiolitis grave. La decisión de la corte considera que los síntomas de la menor, como el rechazo a la alimentación y episodios de apnea, debieron haber llevado a su ingreso hospitalario o, al menos, a una observación más cuidadosa. Dado el contexto de su prematuridad y los antecedentes clínicos, el tribunal concluyó que la falta de atención adecuada en sus primeras consultas contribuyó a un desenlace fatal, lo que ha llevado a los padres a buscar justicia en este lamentable caso.
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