La propuesta de paz presentada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para el conflicto en Ucrania ha generado controversia debido a su contenido, que incluye el reconocimiento de Crimea como parte de Rusia y la aceptación del control ruso sobre las áreas ocupadas desde la invasión de 2022. Este documento, calificado como la «oferta final», fue entregado a funcionarios ucranianos la semana pasada en París. La respuesta de Ucrania se anticipa para este miércoles, aunque ya surgen críticas sobre la naturaleza desequilibrada de la oferta, señalando que se privilegian los beneficios para Rusia mientras se presentan de manera vaga los posibles beneficios para Ucrania.
En paralelo, se lleva a cabo en Londres una reunión centrada en encontrar vías para un alto el fuego en Ucrania, con la participación de representantes del Reino Unido, Estados Unidos, Alemania y Francia. Este encuentro ha sido escalado a nivel de funcionarios tras la cancelación de la reunión entre ministros de Exteriores debido a un problema de agenda del secretario de Estado, Marco Rubio. En su lugar, asistirá Keith Kellogg, enviado especial de Trump para Ucrania y Rusia, quien se enfocará en mantener discusiones técnicas significativas con sus contrapartes. La Casa Blanca ha advertido que está dispuesta a retirarse del proceso en caso de que no se logren avances pronto, ante un contexto de creciente presión por alcanzar una solución al conflicto.
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