El Celta de Vigo dio un paso importante hacia su sueño de alcanzar una plaza en la Liga de Campeones tras vencer por 3-0 al Villarreal en un partido marcado por la expulsión del defensor Eric Bailly en la primera mitad. A pesar de un inicio titubeante, el equipo celeste logró tomar el control del encuentro tras el gol de Fer López antes del descanso, aprovechando momentáneamente el desconcierto del adversario. La segunda parte comenzó de forma prometedora para el Celta, que mostró un juego más agresivo y claro, liderado por Borja Iglesias.
El Villarreal, que se vio obligado a reestructurar su estrategia tras la tarjeta roja, no logró encontrar su ritmo y careció de creatividad en el medio campo. Pese a algunas tímidas intervenciones, el equipo castellonense se quedó atascado y facilitó el dominio celeste en el balón. Borja Iglesias amplió la ventaja en el marcador, y Iago Aspas selló la victoria al convertir un penalti, cerrando así un encuentro donde el Celta se mostró contundente y ambicioso, manteniendo vivas sus aspiraciones europeas.
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