Sergio Alfieri, el cirujano personal y coordinador médico del Papa Francisco, aseguró que el Pontífice nunca estuvo en peligro al regresar a sus actividades después de su reciente hospitalización. En una entrevista, Alfieri relató una visita al Papa el sábado anterior a su fallecimiento, donde compartieron un momento ameno. A pesar de haberle recomendado 60 días de convalecencia, el médico afirmó que el papel del Papa era prioritario, y su regreso al trabajo formaba parte de su proceso de terapia. «Es como si, al acercarse al final, decidiera hacer lo que tuviera que hacer», comentó, refiriéndose a la decisión del Papa de pasear por la plaza entre la multitud.
Alfieri también describió la última madrugada, cuando el personal médico fue alertado sobre el grave estado del Papa, quien no respondió a estímulos y se encontraba en coma. El médico determinó que una nueva hospitalización sería innecesaria y que el Papa prefería fallecer en casa, lo que ocurrió poco después. Alfieri expresó su angustia al pensar que el Papa no sobreviviría durante su última hospitalización, pero destacó su firme deseo de regresar al Vaticano. La despedida fue un momento íntimo, en el que el médico pudo acariciar al Pontífice, sintiéndose privilegiado de haber estado a su lado en sus últimos momentos.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.