La tensión comercial entre China, Estados Unidos y la Unión Europea ha llevado al Partido Popular, a través de su vicesecretario de Economía, Juan Bravo, a proponer un ambicioso plan de respuesta para proteger la industria y el sector agrícola español. Este plan incluye una reducción de impuestos agrarios, incentivos fiscales en I+D+i y la eliminación de trabas administrativas, buscando así fomentar la competitividad. Bravo recalca la necesidad de mantener las centrales nucleares para asegurar el suministro energético y evitar un encarecimiento adicional de la electricidad, considerando el desmantelamiento de la planta de Almaraz un grave error. En medio de la creciente desconfianza hacia China, el PP aboga por estrechar la relación con Estados Unidos y mantener una postura unitaria dentro de la UE.
El Partido Popular también se muestra firme en su apoyo a un incremento significativo del gasto en defensa, enfatizando la importancia de consensuar este aumento con el Parlamento. En términos económicos y fiscales, propone reducir el gasto superfluo para mantener servicios públicos esenciales sin aumentar impuestos ni generar deuda. Además, critica la gestión actual de los fondos europeos, promoviendo una colaboración público-privada eficaz para mejorar infraestructuras y fomentar la innovación. Finalmente, aboga por un desarrollo equilibrado de infraestructuras que beneficie a todas las comunidades autónomas, defendiendo la importancia de mantener rutas deficitarias por criterios sociales para garantizar la cohesión territorial.
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