La portavoz del PP en el Senado, Alicia García, ha levantado serias sospechas sobre la contratación de Jéssica Rodríguez, expareja del exministro José Luis Ábalos, a través de Adif. Durante una rueda de prensa, García insinuó que esta vinculación podría implicar el uso indebido de recursos públicos para financiar actividades relacionadas con la prostitución. Su crítica se centró en las declaraciones del actual ministro de Transportes, Óscar Puente, quien restó importancia a la contratación en su comparecencia ante la comisión de investigación en el Senado.
García cuestionó retóricamente la percepción del Gobierno respecto a estos asuntos, sugiriendo que tanto Puente como el presidente Pedro Sánchez normalizan situaciones corruptas, como el enchufismo en la administración pública. La senadora afirmó que el Gobierno de España está «acorralado por la corrupción», dificultando la persecución de estos delitos, y advirtió sobre la erosión de la democracia en el país debido al nivel de corrupción institucional y moral existente. García subrayó que casi cincuenta altos cargos han enfrentado problemas judiciales relacionados con la corrupción vinculada a La Moncloa, acusando a Puente de ocultar irregularidades en el Ministerio de Transportes.
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