El Ejército paquistaní reportó la eliminación de 54 presuntos insurgentes en las últimas 48 horas, señalando que estos grupos intentaron cruzar la frontera desde Afganistán. La institución militar acusó a India de respaldar a estos insurgentes, en un contexto de creciente tensión entre ambos países nucleares. El comunicado enfatiza que los insurgentes, identificados como parte del grupo denominado Fitna al Khwarij (FAK), se infiltraban con la finalidad de llevar a cabo actos terroristas en Pakistán, lo que refleja un uso estratégico de la insurgencia por parte de actores extranjeros.
Este desarrollo ocurre en un momento crítico, marcado por un episodio reciente de violencia en Cachemira, donde un ataque dejó 26 muertos, incluidos turistas, lo que ha servido como pretexto para recrudecer acusaciones bilaterales. Islamabad, desmarcándose de tales acusaciones, ha solicitado una investigación imparcial, mientras que las tensiones han llevado a ambos gobiernos a reducir notablemente sus relaciones diplomáticas, incluyendo la expulsión de personal diplomático y la suspensión del Tratado de Aguas del Indo, en vigor desde 1960.
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