Las autoridades iraníes han confirmado al menos 40 fallecidos y más de 1,100 heridos tras una explosión en el puerto de Bandar Abbas, que tuvo lugar el pasado sábado. De los heridos, alrededor de 800 aún permanecen hospitalizados, mientras que seis personas siguen desaparecidas. La portavoz del Gobierno, Fatemé Mohayerani, ha señalado que muchos heridos han sido trasladados a otras provincias para recibir atención médica. A raíz de estos acontecimientos, el presidente del Tribunal Supremo de Hormozgán ha subrayado la identificación provisional de varias víctimas y ha instado a investigar urgentemente la causa del accidente.
Se ha especulado que la explosión se debió a un incendio en un almacén de productos químicos que pudo haber desencadenado reacciones en cadena. El ministro del Interior, Eskandar Momeni, ha informado que el 80% del incendio generado ya está controlado y que se espera que las labores de extinción se concluyan pronto. La explosión ha tenido un impacto significativo en el puerto, vital para el comercio iraní y estratégico debido a su ubicación en el estrecho de Ormuz, un punto crucial para el transporte de petróleo a nivel mundial. En respuesta, el presidente Masud Pezeshkian ha exigido una revisión de los procedimientos de gestión portuaria y mejoras en la atención sanitaria de la región.
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