Luis Aguilé, conocido fenómeno musical argentino, dejó una huella indeleble en la cultura española desde su llegada en 1962, tras abandonar Cuba. Su experiencia en la isla, marcada por la imposibilidad de cambiar sus ganancias en dólares, lo llevó a solicitar una audiencia con el Che Guevara, aunque sin éxito. Esta vivencia se plasmó en su famosa canción «Cuando salí de Cuba». A lo largo de su vida, Aguilé se destacó como autor, cantante y productor, logrando captar la atención del público con su aguda crítica social. A dos años de su fallecimiento en 2009, lanzó «Señor Presidente», una canción que denunciaba el comportamiento de líderes políticos, generando controversia y censura en varios países.
El mensaje de Aguilé resuena fuertemente en la actualidad, especialmente entre aquellos que reclaman mayor responsabilidad y lealtad a sus gobernantes. En su letra, el artista subraya la decepción ante las promesas incumplidas y exige que los representantes del pueblo no traicionen los votos recibidos. Aguilé defendía la necesidad de un liderazgo honesto y comprometido con el bienestar colectivo, rechazando prácticas corruptas y el uso de la demagogia. Su legado no solo se manifiesta en su música, sino también en un llamado a la reflexión sobre la ética en la política, alertando sobre la peligrosa deriva de un poder que olvida su deber hacia el pueblo.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.