Un apagón generalizado afectó a toda España, con Albacete entre las ciudades más impactadas. La interrupción del suministro eléctrico comenzó alrededor de las 12:30 horas, generando desconcierto entre los residentes que inicialmente pensaron que se trataba de un problema local. Las redes sociales se convirtieron en una herramienta esencial para comunicar la magnitud de la situación. Los semáforos inoperativos complicaron la circulación, provocando algunos accidentes menores, mientras los bomberos evacuaban a personas atrapadas en ascensores. En casas y comercios, la falta de luz también significó cortes de agua, poniendo a prueba la resiliencia de la comunidad.
A medida que avanzaba el día, la preocupación se reflejaba en las largas colas en panaderías y supermercados. Los albacetenses buscaban soluciones rápidas para alimentar a sus familias, optando por bocadillos y comidas preelaboradas, ya que la mayoría de las cocinas eléctricas quedaron inutilizadas. A pesar de que muchos negocios cerraron, algunos estancos y tiendas de productos esenciales siguieron operando, atendiendo a los clientes a oscuras. En contraste, el buen clima llevó a muchas familias a disfrutar de los parques, buscando un respiro ante la adversidad de la situación.
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