La falta de suministro eléctrico el pasado lunes obligó al cierre de muchos comercios en la ciudad, aunque algunos lograron adaptarse y mantener sus puertas abiertas. A pesar de los inconvenientes, la mayoría de los negocios retornaron a su actividad normal al día siguiente, aunque algunos enfrentaron dificultades para abrir debido a problemas con cerrajeros. Durante el corte de electricidad, ciertas tiendas experimentaron un aumento inesperado en la demanda, como las ferreterías, que vendieron rápidamente artículos de emergencia, y las panaderías, donde se formaron largas filas de clientes.
El presidente de la Federación de Comerciantes de Albacete (Fecom), José Lozano, destacó el angustiante ambiente vivido el lunes, donde la tensión llegó a tal punto que fue necesaria la intervención policial ante comportamientos insolidarios entre algunos ciudadanos. Lozano advirtió sobre la situación crítica, donde las peleas por el acceso al agua evidenciaron la necesidad de solidaridad en tiempos de crisis. La situación puso de relieve tanto el lado más resiliente de los comerciantes como el comportamiento poco ético de algunos consumidores.
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