Este sábado, 3 de mayo, Albacete celebrará un acontecimiento significativo con la toma de posesión de Don Ángel Román Idígoras como nuevo obispo de la Diócesis. Tras la aceptación de la renuncia de Don Ángel Fernández Collado por motivos de salud, el nombramiento de Román marca el regreso de una figura oficial que regirá espiritualmente a los fieles de la región. El evento se enmarca en un ambiente simbólico donde, como se dice, «el bien triunfará sobre el mal», un tema que se refleja en la historia y estructura de la Catedral de San Juan Bautista.
La Catedral, un emblemático edificio que data del siglo XIII, no solo es un lugar de culto sino un símbolo arquitectónico que ha evolucionado a través de los siglos. En su cátedra, donde se sentará Román, reside una curiosa talla de la cara del diablo, un recordatorio del enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal. Este elemento histórico y artístico resalta la identidad de la catedral y el papel del obispo, quien, al asumir su cargo, reestablece la jerarquía eclesiástica en un periodo de transición para la Diócesis de Albacete.
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