La Región de Murcia se encuentra en pie de guerra ante la reciente modificación de las reglas del trasvase Tajo-Segura, resolviendo recurrir judicialmente al considerar que esta medida provocará una drástica reducción del agua disponible para el Levante. El presidente Fernando López Miras ha calificado esta decisión de “política” y no técnica, advirtiendo que el recorte del 50% en el agua trasvasable podría llevar a la agricultura murciana a una situación insostenible para 2027. El presidente hizo estas declaraciones desde Valencia, donde participa en el congreso del Partido Popular Europeo.
En paralelo, el Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) planea convocar a administraciones y líderes políticos de las provincias afectadas para unirse en la oposición a lo que consideran una “locura” sin alternativas viables. Alfonso Gálvez, secretario general de Asaja Murcia, ha instado a la implementación de un Plan Hidrológico Nacional que aborde el déficit hídrico estructural del Segura, crucial para salvaguardar la actividad agrícola en la región frente a la recurrente sequía.
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