La tarde del viernes, una intensa tormenta sorprendió a los habitantes de Castilla-La Mancha, dejando a su paso lluvias y granizo en varias provincias, con especial énfasis en Cuenca, Toledo, Ciudad Real y Albacete. En la provincia de Albacete, las precipitaciones fueron notorias desde la capital hacia localidades como Villarrobledo. El fenómeno atmosférico generó preocupaciones, especialmente por el tamaño y cantidad del pedrisco que afectó la región.
En Pozo Cañada, el granizo acumuló varios centímetros, cubriendo calles y la autovía que conecta Albacete con Murcia, causando un impacto visual considerable. En lugares como Yeste, los trozos de hielo alcanzaron casi los 4 centímetros, lo que evidenció el daño sustancial que pudo ocasionar a árboles y cultivos en los campos afectados. La situación ha generado alerta en las comunidades rurales, que dependen de la agricultura, exacerbando los desafíos de producción ante un clima adverso.
Leer noticia completa en Albacete abierto.