La consulta abierta por el Gobierno de Pedro Sánchez sobre la OPA hostil del BBVA al Banco Sabadell ha generado controversia en la oposición. Juan Bravo, vicesecretario de Economía del PP, ha criticado el sistema de participación, sugiriendo que la consulta permite el voto anónimo y reiterado, lo que, según él, carece de un marco legal adecuado. Bravo argumenta que el Gobierno está más interesado en obtener un respaldo que le favorezca que en buscar soluciones reales para mejorar la competitividad y seguridad jurídica en el país.
Por su parte, el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha defendido la consulta como una forma de recoger aportaciones cualitativas, aunque aclara que no es vinculante. En el ámbito catalán, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ha subrayado que su gobierno tiene un papel activo en este proceso. La portavoz de Junts, Miriam Nogueras, ha cuestionado la validez de la consulta, sugiriendo que si se permite preguntar sobre un banco, igualmente se debería considerar un referéndum para Cataluña.
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