El empate en el Benito Villamarín dejó a ambos equipos con sentimientos encontrados, cada uno atrapado en sus propias ambiciones. Betis, aún con el impulso de su victoria en Europa, no logró mantener su ventaja tras el gol de Cucho Hernández. El equipo verdiblanco parecía en control tras el primer tanto, pero cedió terreno y permitió que Osasuna, en una respuesta rápida, igualara gracias a Budimir. Este resultado frustra las aspiraciones del Betis para alcanzar la Liga de Campeones, mientras que Osasuna ve desvanecerse su sueño de alcanzar la octava plaza.
El partido comenzó con Osasuna tomando la iniciativa, obligando al Betis a una postura defensiva más de lo habitual. Después de una primera mitad sin goles, las circunstancias cambiaron drásticamente en la segunda parte. A pesar de varios intentos por parte de ambos equipos, incluyendo oportunidades claras para Budimir y Antony, el marcador se mantuvo en empate. Tanto los verdiblancos como los rojillos sufrieron en la recta final del partido, evidenciando la fatiga y la presión de anotar, lo que dejó una sensación de oportunidad perdida para ambos.
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