El Ministerio de Exteriores de Israel ha convocado a la embajadora española, Ana Salomón Pérez, en respuesta a las recientes declaraciones del presidente Pedro Sánchez, quien calificó al país como un «Estado genocida» en el Congreso de los Diputados. Esta acción es parte de un contexto diplomático tenso entre España e Israel, que se ha intensificado tras la cancelación de un contrato de compra de municiones por parte de la Guardia Civil a una empresa israelí. Aunque la relación bilateral ha sufrido altibajos, este incidente destaca un deterioro reciente en la comunicación política entre ambos gobiernos.
Israel, que aún no cuenta con un embajador en Madrid desde que su representante fue llamado a consultas en mayo de 2024, ha mantenido operativa su Embajada en la capital española con un encargado de negocios al frente. Por su parte, la Embajada española en Tel Aviv sigue funcionando con normalidad. A pesar de esta situación, las declaraciones de altos funcionarios españoles sobre el conflicto en Gaza han generado reacciones en el ámbito diplomático, reflejando un clima de incomodidad que podría afectar futuras relaciones bilaterales.
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