El Gobierno de Castilla-La Mancha y el sector de la carne de caza se reunieron a principios de mayo para discutir iniciativas que promuevan su consumo y valorización. Entre los temas abordados, se destacó la posibilidad de establecer la figura del «cazador formado», quien tendría conocimientos en sanidad animal y podría desempeñar un papel en la cadena alimentaria de la carne de caza, complementando así la labor veterinaria. Luis Fernando Villanueva, presidente de Aproca, apoyó esta propuesta y subrayó su existencia en otras comunidades, aunque también se plantearon preocupaciones sobre su implementación.
Por otro lado, el presidente del Colegio de Veterinarios de Ciudad Real, José Ramón Caballero, resaltó la falta de información sobre posibles cambios normativos y expresó su desacuerdo, señalando que la gestión de la caza requiere una alta formación para garantizar la salud pública. Durante la reunión, se discutió la creación de centros intermedios para la recogida y conservación de la carne de caza, lo que podría beneficiar a la caza menor en La Mancha debido a la sobrepoblación de conejos. Sin embargo, se identificaron también problemas relacionados con la abundancia de especies como el ciervo y el jabalí en ciertas provincias, lo que complica aún más la gestión cinegética en la región.
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