El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció este lunes que el Ejército tomará el control de «todas las zonas de la Franja de Gaza» y permitirá una entrada «mínima» de ayuda humanitaria. Esta decisión busca equilibrar la creciente presión internacional para evitar una crisis humanitaria en el enclave, que lleva más de dos meses bajo un estricto bloqueo. Netanyahu subrayó que la situación de hambre podría afectar el apoyo militar y diplomático que Israel recibe de aliados clave, como Estados Unidos, lo que motivó la «difícil» decisión de permitir la entrada de suministros.
En un mensaje a través de las redes sociales, el líder israelí afirmó que el objetivo principal del Gobierno es destruir completamente a Hamás. Aunque se espera que el proceso de reparto de ayuda sea controlado por el Ejército y limitado a puntos específicos en el sur de Gaza, esta decisión ha sido recibida con críticas por parte de la ONU, que tradicionalmente ha gestionado la distribución de asistencia. Netanyahu advirtió que alcanzar la «victoria total» en Gaza tomará tiempo, pero se comprometió a cumplir con los planes establecidos.
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