El pasado viernes, un partido de baloncesto amateur en el Pabellón Juan de Toledo en Albacete estuvo a punto de terminar en tragedia cuando un jugador de unos 30 años de edad sufrió una parada cardiorrespiratoria tras un violento choque. La intervención rápida de una enfermera, que asistía al encuentro como espectadora, junto a dos agentes de la Policía Local, fue crucial para revertir la situación. Utilizando un desfibrilador que se encontraba en las instalaciones, lograron estabilizar al afectado hasta que llegó el equipo sanitario en una UVI móvil.
La suerte y la preparación del personal presente evitaron lo que podría haber sido un desenlace devastador. La existencia de un espacio cardioprotegido en el pabellón, sumada a la inmediata respuesta de los rescatistas, permitió que el jugador recuperara sus constantes vitales y fuera evacuado al hospital para recibir atención médica. Este incidente resalta la importancia de contar con capacitaciones y recursos adecuados en eventos deportivos para garantizar la seguridad de los participantes.
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