El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, confirmó este miércoles que su gobierno aprobó la transferencia de fondos desde Catar a Hamás, siguiendo las recomendaciones de las agencias de inteligencia Shin Bet y Mosad. En declaraciones durante una rueda de prensa en Jerusalén, Netanyahu subrayó que esta cantidad representaba solo «una pequeña parte» de la financiación del grupo islamista, sugiriendo que las fuentes principales de financiamiento provenían de Irán, organismos internacionales y la Unión Europea. A pesar de las críticas que han surgido en medio de la escalada de violencia tras los ataques de Hamás en el 7 de octubre, el primer ministro defendió esta acción, argumentando que «el dinero catarí era escaso y no se destinó a eso».
Desde los ataques, donde alrededor de 1,200 personas fueron asesinadas y 251 secuestradas en Israel, el gobierno de Netanyahu ha enfrentado crecientes presiones y acusaciones de haber facilitado involuntariamente el fortalecimiento de Hamás. Una investigación del Shin Bet reveló que Catar había enviado hasta 30 millones de dólares mensuales a Gaza, un flujo que, según los críticos, podría haber contribuido a la capacidad armamentista del grupo. A pesar de estas acusaciones, Netanyahu había calificado previamente como «ridículas» las insinuaciones sobre su colaboración en la financiación de los islamistas, buscando desvincular la acción catarí del desborde de violencia que se vivió en octubre.
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