Un juzgado de Ciudad Real ha dictado una sentencia que obliga al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM) a indemnizar con 156.000 euros a la familia de una paciente que falleció tras una intervención laparoscópica para extirparle la vesícula biliar en el Hospital General de Ciudad Real. El tribunal consideró que el cirujano actuó de manera negligente al introducir el primer trócar, lo que resultó en la ruptura de la aorta y la vena cava abdominal, ocasionando una pérdida masiva de sangre y varias paradas cardíacas irremediables.
Los hechos sucedieron el 21 de agosto de 2021, cuando la paciente, de 53 años, fue sometida al procedimiento quirúrgico. La sentencia destaca que la maniobra brusca realizada por el cirujano fue determinante en el desenlace fatal de la operación. Dada la gravedad de la situación, los intentos de estabilizar a la mujer en el quirófano fracasaron, llevando a su fallecimiento inmediato. La decisión del juzgado ya es firme y representa un importante precedente en la responsabilidad médica dentro del sistema de salud pública.
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