La decimotercera corrida de feria en Las Ventas de Madrid presentó un notable espectáculo con la ganadería de Victoriano del Río, destacando la bravura y el carácter encastado de sus toros, salvo el tercero, que se rajó rápidamente. El sexto ejemplar, en particular, dejó una impresión excepcional. Emilio de Justo se llevó una oreja tras una faena impresionante con el cuarto toro, a pesar de un par de imprecisiones con la espada. Tomás Rufo también tuvo un desempeño destacado, aunque erróneo en el uso del acero, mientras que Andrés Roca Rey enfrentó una tarde complicada y recibió abucheos del público.
El toro Alabardero, un impresionante castaño, se convirtió en una de las estrellas de la tarde al ofrecer emotivas embestidas, mientras Rufo brindó a los tendidos una faena memorable llena de arte y emoción. A pesar de la calidad de su actuación, la falta de acierto con la espada le privó de un premio mayor. En contraste, De Justo brilló con su interpretación de Bocinero y logró captar la atención del público, culminando en una estocada perfecta que le valió aplausos y un merecido reconocimiento. La jornada, marcada por un ambiente soleado con rachas de viento y la presencia de la presidenta de la Comunidad de Madrid, se cerró con una mezcla de euforia y decepción, reflejando la constante exigencia del público taurino.
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