El mercado de deuda pública española está atravesando un cambio significativo. Después de un periodo de alta rentabilidad que atrajo a pequeños inversores, las recientes políticas del Banco Central Europeo (BCE) han provocado una caída notable en los tipos de interés. Las Letras del Tesoro, que en su momento ofrecían rendimientos superiores al 3,7%, ahora presentan tasas de apenas 2% a 2,1%. Este descenso ha reducido el interés de los ahorradores, llevando a un desplome del 13,8% en las inversiones familiares, que ahora se sitúan en niveles más bajos desde noviembre de 2023. La participación en subastas también ha decaído drásticamente, reflejando la falta de atractivo en el mercado para el pequeño inversor.
Mientras tanto, el perfil del inversor en deuda pública está cambiando, con un aumento en la participación de inversores institucionales y extranjeros, quienes ahora controlan una parte significativa de las Letras del Tesoro. La reciente emisión de bonos a largo plazo ha mostrado una fuerte demanda, sugiriendo que a pesar de las bajas rentabilidades, la deuda pública española sigue generando confianza. Además, el bono verde emitido por el Gobierno para financiar proyectos ambientales destaca en este nuevo contexto, señalando un interés creciente por parte de inversores que buscan oportunidades a medio y largo plazo, a diferencia de los pequeños ahorradores locales, que han disminuido su actividad en el mercado.
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