Cerca de 400 profesionales sanitarios del Hospital General Universitario de Ciudad Real se manifestaron este viernes en respuesta a un grave episodio de violencia ocurrido el lunes, cuando aproximadamente 40 miembros de una familia agredieron al personal médico y a la Policía Nacional en la quinta planta del centro. La situación se desató cuando un paciente de 80 años fue trasladado a la unidad de agudos, lo que llevó a que el personal solicitara un desalojo parcial debido a la afluencia desmedida de familiares. El resultado fue el desbordamiento de la tensión y la necesidad de intervención policial, que también enfrentó agresiones por parte de los presentes.
La directora del hospital, Isabel Campanario, ha condenado enérgicamente estos actos de violencia y se ha comprometido a implementar medidas para prevenir situaciones similares en el futuro. A pesar de calificar el incidente de «excepcional», la directora insistió en que tal comportamiento no es justificable, subrayando la necesidad de respeto hacia el personal de salud, quienes, según sus palabras, se dedican a cuidar de la comunidad. Campanario también agradeció la rápida intervención de los cuerpos de seguridad y llamó a la ciudadanía a reflexionar sobre el trato hacia los profesionales sanitarios.
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