El Gobierno de Castilla-La Mancha ha destacado la importancia de la colaboración de propietarios de fincas privadas en la exitosa recuperación del lince ibérico en la región. Durante la gala de entrega de reconocimientos del programa europeo ‘Life Lynxconnect’, la directora general de Medio Natural y Biodiversidad, Susana Jara, subrayó el papel fundamental que juega la gestión sostenible de estas fincas. La iniciativa, que involucra a 21 socios entre España y Portugal, incluye medidas para desfragmentar hábitats y prevenir atropellos, y ha permitido que en la finca El Aprisco, propiedad de la familia Ferrer Vigil de Quiñones, hayan nacido más de 20 cachorros desde 2017.

Jara agradeció el compromiso de la familia en la conservación del lince, enfatizando que prácticas agrarias sostenibles y la limitación de la caza de especies en peligro están generando resultados positivos en la región. Castilla-La Mancha se ha convertido en el hogar de 942 linces, superando por primera vez a Andalucía y representando el 46 por ciento de la población española de esta especie. Este trabajo coordinado entre propietarios, técnicos y agentes medioambientales ha sido clave para el éxito del programa y la sostenibilidad de la especie en la comunidad.

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