El Estadio Carlos Belmonte enfrenta serias deficiencias que dificultan su adecuación a las regulaciones actuales, lo que ha generado un apercibimiento por parte de LaLiga. A pesar de que el Ayuntamiento ha comenzado diversas licitaciones y obras, los procesos administrativos son lentos, afectando la urgencia de las reformas necesarias. En particular, la falta de separación adecuada entre las aficiones, así como las instalaciones insuficientes en cuanto a accesos, baños y bares, amenaza con impedir que el club inicie la temporada en su propio recinto.
Víctor Varela, vicepresidente del Albacete, subrayó que estas reformas son críticas, ya que, según la Ley del Deporte, la correcta disposición de las aficiones es un requisito esencial, no un capricho. A pesar de la buena relación con el Ayuntamiento, el club deberá asumir la responsabilidad de algunas de las obras para evitar inconvenientes a sus aficionados. Entre las iniciativas ya en marcha se cuentan el cambio de puertas para mejorar la evacuación y la seguridad general del estadio, reflejando la necesidad inminente de una adecuación a las normativas vigentes.
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