La esperada ley de tiempos máximos de espera en el sistema sanitario de Castilla-La Mancha podría estar lista para su aprobación antes de finalizar 2025. El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, anunció que el proyecto se encuentra en la fase de revisión jurídica, y su objetivo es presentarlo al Consejo de Gobierno y posteriormente a las Cortes para iniciar su tramitación parlamentaria. Esta normativa busca establecer plazos específicos para distintas intervenciones médicas, alineándose con las directrices del Sistema Nacional de Salud.

El borrador de la ley, presentado en abril de 2023, propone tiempos máximos de 180 días para operaciones, 60 días para consultas y 30 días para pruebas diagnósticas. En caso de que un paciente no reciba atención dentro de estos plazos, podrá reclamar una alternativa, que incluye la posibilidad de ser derivado a otro hospital público de la región, con gastos de desplazamiento cubiertos, o a un centro privado con el que colabore el Sescam. Esta legislación busca mejorar la atención sanitaria y reducir la saturación en los hospitales públicos.

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