La consejera portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Esther Padilla, ha expresado su preocupación por la «incertidumbre» que generan los recientes escándalos de corrupción que afectan al PSOE, aunque asegura que el ejecutivo regional se mantiene ajeno a estas implicaciones. En una rueda de prensa, Padilla admitió que la situación podría complicarse aún más y describió el dolor y la desolación que siente el partido ante esta crisis, insistiendo en que no hay motivos para ser optimistas acerca del futuro inmediato.

A pesar de la tensión, la portavoz defendió la labor del presidente regional, Emiliano García-Page, quien ha enfrentado críticas injustas. Padilla destacó que el Gobierno de Castilla-La Mancha ha tomado decisiones responsables, como el rechazo a la compra de mascarillas de baja calidad. Finalmente, también lanzó un mensaje al Partido Popular, pidiendo que no critiquen al PSOE sin haber resuelto sus propios escándalos internos, refiriéndose a implicaciones de figuras del PP en acciones poco éticas.

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