El matador de toros albaceteño José Fernando Molina fue cogido el pasado sábado en la Plaza de Toros de Las Ventas mientras intentaba dar muerte al segundo toro de su lote. El animal, procedente de la ganadería de Valdefresno, le propinó una cornada de 10 centímetros en la zona inguinal, alcanzando el pubis, con una salida visible en la cara lateral del pene. Además, Molina sufrió un puntazo en la cara interna del muslo derecho, lo que llevó a una urgente atención médica.

A pesar de la gravedad de sus lesiones, el diestro fue operado en la enfermería de la plaza y tomó la decisión de regresar a la lidia para enfrentar al quinto toro de la tarde. Este gesto de valentía tuvo como resultado aplausos desde el tercio, aunque recibió dos avisos durante la faena. La determinación de Molina refleja el compromiso que muchos toreros tienen hacia su profesión, incluso en situaciones de alto riesgo.

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