Las recientes denuncias sobre un «trío tóxico» dentro del PSOE han sacudido el panorama político local, revelando un caso de nepotismo y corrupción donde líderes del partido se beneficiaron económicamente de sus posiciones de poder. Al mismo tiempo, se ha dejado al descubierto un lenguaje machista y despectivo hacia las mujeres, evidenciando una hipocresía que contrasta con las promesas de transparencia y ética que estos mismos líderes habían suscrito. Este escándalo no solo afecta su imagen, sino que también ha alimentado el descontento entre los ciudadanos que esperaban un cambio significativo en la gestión pública.
En el ámbito municipal, la situación del Parque Abelardo Sánchez en Albacete ha levantado preocupaciones sobre su mantenimiento. La suspensión del contrato de servicio de limpieza y adecuación, a raíz de reclamaciones sindicales, ha dejado este emblemático espacio en un estado precario, con falta de riego y cuidado. A pesar de promesas de mejora y la apertura de nuevas instalaciones recreativas, el avance es nulo, generando frustración entre los vecinos. El contraste entre la inacción del gobierno local y las expectativas de la comunidad pone de manifiesto una vez más la desconexión entre la administración municipal y la ciudadanía.
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