El Museo Nacional de Cerámica de Chinchilla celebró su 45 aniversario con una ceremonia que subrayó su importancia en la conservación del arte alfarero. El delegado provincial de Educación, Cultura y Deportes, Diego Pérez, enfatizó que el museo, fundado por la familia Belmonte, no solo custodia más de 2.000 piezas antiguas, sino que también actúa como un centro crucial para la educación y la difusión del patrimonio cultural. En el evento estuvieron presentes autoridades locales y representantes de la comunidad cultural, quienes disfrutaron de una actuación del Grupo de Folklore Romería de San Miguel.
Pérez destacó la labor pionera de Carmina Useros y Manuel Belmonte en la recopilación de materiales entre 1973 y 1980, que permitió rescatar piezas de alfarería de talleres en funcionamiento, muchas de las cuales ya han desaparecido. El museo se erige así como un tributo a la diversidad cultural y a la memoria comunitaria, narrando historias a través de sus objetos. Situado en el encantador barrio de Santa Ana, el museo sigue siendo un espacio dinámico y comprometido con la investigación y la educación, atrayendo tanto a visitantes como a entusiastas del arte popular, consolidándose como un motor de desarrollo cultural en la región.
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