El Índice de Precios de Consumo (IPC) en España experimentó un aumento de dos décimas en su tasa interanual en junio, alcanzando el 2,2%. Este repunte, anunciado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), se atribuye principalmente al encarecimiento de los carburantes y, en menor medida, a la subida en los precios de alimentos y bebidas no alcohólicas. Este incremento marca un giro en la tendencia, ya que la inflación había estado disminuyendo durante tres meses consecutivos.

El Ministerio de Economía destacó que, a pesar de la incertidumbre en los mercados energéticos internacionales provocada por el conflicto entre Israel e Irán, la inflación se mantiene contenida en torno al 2%, el nivel de referencia del Banco Central Europeo. Además, subrayó que la economía española sigue siendo un motor de crecimiento en Europa, permitiendo que los hogares mantengan su poder adquisitivo. La inflación subyacente se mantuvo estable en 2,2%, y el INE publicará los datos definitivos del IPC para junio el 15 de julio.

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