Castilla-La Mancha ha logrado una leve mejoría en su situación fiscal al cerrar abril con un déficit de 352 millones de euros, que corresponde al 0,58 % de su Producto Interior Bruto (PIB). Esta cifra supone una mejora respecto al mismo periodo del año anterior, cuando la región reportó un déficit de 358 millones de euros, equivalentes al 0,62 % de su PIB. Esta reducción, aunque pequeña, es un indicador positivo en un contexto donde el control del gasto público sigue siendo un desafío constante para las comunidades autónomas. En el panorama nacional, el Ministerio de Hacienda informó que el déficit de las Administraciones Públicas, excluidas las corporaciones locales, incrementó un 5,7 % en comparación con el año pasado, situándose en 5.523 millones de euros, equivalente al 0,33 % del PIB.
En un análisis más amplio, todas las comunidades autónomas, con excepción de Navarra y el País Vasco, reportaron déficit en sus cuentas públicas. Estas dos regiones fueron la excepción con superávits del 0,73 % y 0,43 % de sus PIB, respectivamente. Baleares y Extremadura se destacaron por tener los déficits más pronunciados, alcanzando el 1,21 % y 1,09 % de sus respectivos PIB. Por el contrario, Asturias logró mantener el menor déficit, equivalente al 0,07 % de su PIB. Estos datos ilustran las variaciones significativas en la gestión fiscal entre las diferentes comunidades autónomas, en un esfuerzo constante por equilibrar las arcas públicas en medio de las complejidades económicas actuales.
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