Castilla-La Mancha ha implementado un innovador Protocolo y Guía de Actuación para abordar la violencia sexual desde el ámbito sanitario. Este nuevo enfoque busca ofrecer pautas claras y unificadas para los profesionales de salud, garantizando que todas las víctimas de agresiones sexuales reciban atención de alta calidad, equitativa y respetuosa. El objetivo es proporcionar a los profesionales sociosanitarios herramientas efectivas para manejar situaciones complejas, asegurando que las víctimas sean recibidas con sensibilidad y que los procedimientos, como la exploración, toma de muestras y tratamiento, se realicen de forma adecuada y coordinada. Además, se incluye la emisión del parte de lesiones y su registro en la historia clínica electrónica, asegurando así una atención integral.
El protocolo enfatiza la importancia de mejorar la coordinación entre distintos servicios sanitarios y recursos comunitarios, abordando también situaciones de especial vulnerabilidad como la discapacidad, migración, barreras lingüísticas, y problemas de salud mental o adicciones. En los servicios de Urgencias, se propone una respuesta inmediata y coordinada para atender casos de agresión sexual reciente. Este esfuerzo por parte de Castilla-La Mancha representa un paso significativo hacia un sistema de salud más consciente y equipado para manejar el impacto profundo de las agresiones sexuales, asegurando así que las víctimas reciban el apoyo y la protección que necesitan.
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