Al cumplirse un año de la presidencia de José Raúl Mulino en Panamá, el país ha visto cambios significativos en varios frentes, destacando en particular la drástica reducción del flujo migratorio a través de la selva del Darién. Bajo su administración, las cifras de migrantes cruzando esta frontera natural han disminuido casi un 99,7% en comparación con 2023, gracias a acuerdos con Estados Unidos para devolver a los migrantes a sus países de origen. Sin embargo, el desafío persiste con el retorno de migrantes que no logran entrar a EE.UU., sumando más de 12.000 regresos desde noviembre. Esta política ha contribuido a la imagen de Mulino como un líder que enfrenta desafíos complejos y, hasta ahora, logra algunos éxitos.
No obstante, la presidencia de Mulino no ha estado exenta de controversias. Las tensiones diplomáticas con Estados Unidos, especialmente en lo que refiere al Canal de Panamá y los intentos de Washington de ejercer mayor control sobre la vía interoceánica, han generado críticas internas. Además, decisiones como la controversia sobre la reforma a la Seguridad Social, que ha desencadenado protestas violentas en regiones como Bocas del Toro, complican el panorama. Otro tema delicado ha sido el distanciamiento con su exaliado, Ricardo Martinelli, quien buscó asilo en Colombia tras ser condenado por corrupción. Este primer año ha puesto a prueba la capacidad de Mulino para gobernar en un entorno de desafíos multilaterales y tensiones internas.
Leer noticia completa en La Tribuna de Albacete.