El acuerdo de financiación singular entre el Gobierno de España y Cataluña ha generado un contundente rechazo en Castilla-La Mancha. El presidente regional, Emiliano García-Page, prometió no permanecer inactivo ante esta situación, mientras que el consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, cuestiona la viabilidad del acuerdo y expresa su escepticismo sobre su aprobación, incluso por parte de Junts, un partido clave para el Gobierno central en este tema. Ruiz Molina advierte sobre la falta de claridad en el texto actual, criticando tanto su ambigüedad como la exclusión de otras comunidades en el proceso de negociación. Señala que el enfoque de singularidad propuesto no se debería generalizar y subraya la importancia de recibir explicaciones anticipadas por parte de la ministra de Hacienda.
Ruiz Molina también expresa su preocupación por el sistema planteado, que convertiría al Gobierno central en algo similar a otra comunidad autónoma respecto a la recaudación de impuestos. Según la propuesta, Cataluña podría gestionar sus impuestos y hacer transferencias al Estado para cubrir gastos comunes, algo que el consejero considera difícil de calcular y gestionar. Además, critica la «cuota de solidaridad» propuesta y el principio de ordinalidad, que podría incrementar la brecha entre las comunidades ricas y las demás, afectando la equidad en la financiación y la prestación de servicios públicos. El consejero rechaza la idea de que comunidades con mayor recaudación deban recibir más recursos, lo que, según él, contravendría principios de justicia social y cohesión territorial.
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