El presidente del Partido Popular de Castilla-La Mancha, Paco Núñez, ha expresado enérgicamente su oposición a los trasvases de agua fuera de la región, argumentando que antes se deben satisfacer las necesidades locales. La reciente decisión de la Comisión de Explotación del Tajo-Segura, que aprobó la derivación de 120 hectómetros cúbicos para los meses de julio y agosto, ha reavivado el debate sobre la gestión hídrica en la región. Núñez insiste en que debe crear un mapa de necesidades hídricas basado en una auditoría adecuada, conforme al pacto regional del agua, antes de considerar cualquier trasvase.
En sus declaraciones, Núñez acusó al presidente regional, Emiliano García-Page, de ser el líder «más trasvasista» de la historia de Castilla-La Mancha y criticó el incumplimiento del pacto del agua firmado hace más de cuatro años. Según Núñez, este pacto debería haber establecido un análisis detallado de las necesidades hídricas presentes y futuras. Subrayó que García-Page no está en posición de exigir la retirada del trasvase reciente, dados los incumplimientos previos. La Mesa regional del Agua se reunirá próximamente para abordar estos y otros asuntos críticos sobre la gestión del recurso hídrico.
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