El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, se pronunció enérgicamente en contra de las recientes sanciones impuestas por el gobierno de Estados Unidos a ocho integrantes del Tribunal Supremo de Brasil. Las medidas, que incluyen la suspensión de visados, fueron calificadas por Lula como una «arbitrariedad» del gobierno del expresidente Donald Trump, en el contexto del enfrentamiento con Brasil sobre el juicio al exmandatario Jair Bolsonaro. Lula expresó su solidaridad con los jueces sancionados, reafirmando su compromiso con la defensa del Estado de Derecho y la independencia del sistema judicial brasileño, al tiempo que criticó la interferencia extranjera en asuntos internos como una violación a los principios de soberanía.
El conflicto diplomático se intensifica mientras el secretario de Estado, Marco Rubio, comunicaba la revocación de visados al juez Alexandre de Moraes, responsable del proceso judicial contra Bolsonaro, bajo acusaciones de promover una «caza de brujas». Las sanciones alcanzan también a otros jueces tras imponer medidas restrictivas a Bolsonaro y sus colaboradores por cargos graves, incluyendo intento de golpe de Estado. Además, Trump amenazó con aplicar aranceles del 50% a Brasil si no se detiene el procedimiento judicial. Estas acciones tensan aún más las relaciones bilaterales y resaltan la complejidad del escenario político brasileño, justo cuando el país se alista para el juicio crucial, cuyos resultados son esperados entre septiembre y octubre.
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